Metodo

Prensa francesa 

Cantidad

1 persona

Molienda

Media

Tiempo

6 minutos

Preparación

Calentar la prensa:

Echale un chorrito de agua caliente a la prensa pa’ calentarla bien. Después, bota esa agua y seca la prensa con cuidado.

Moler el café:

 Agarra los granos de café y dale en el molinillo hasta que quede bien molido, pero no muy fino, algo así como el pan rallao.

Agregar café y agua:

Tira el café molido en el fondo de la prensa. Usa como una o dos cucharadas de café por cada taza de agua (180 ml). Luego, vértale el agua calientica encima.

Infusión:

Ponle la tapa a la prensa, donde va el émbolo, pero quieto, no lo apretes todavía. Déjalo ahí quietecito unos 4 minuticos pa’ que el café se amanse bien en el agua caliente.

Presionar y servir:

Ahora sí, empuja el émbolo pa’ abajo suavecito, sin afán, pa’ que el café quede bien filtrado. Si le metes mucha fuerza, le cambias el sabor al tinto.

Disfrutar:

Ya está listo pa’ servir. Sirve ese tinto bien sabroso en tu taza favorita y a gozar de su sabor y olor recién hecho.

Historia

Todo comenzó allá por el siglo XIX, cuando Attilio Calimani, un italiano berraco, le metió la ficha y la patentó en 1929. Pero fue hasta el ’58 que Martin Sons, un crack del acero inoxidable, le dio el toque que la puso de moda.

La prensa francesa, o como le dicen, la prensa de émbolo, llegó pa’ cambiar el cuento de cómo preparar el tinto. Este aparatico dejaba que el café soltara todo su sabor y sus aceiticos sin afán. En Francia pegó duro y de ahí pa’l mundo se regó la noticia.

Con los años, esta forma de hacer café se ha mantenido firme porque es facilita y te saca un café sabroso y con cuerpo. Muchos dicen que es de las maneras más auténticas de sentir el verdadero sabor del café, pues no necesita filtros que le roben sus aceites y sus secreticos.

Hoy por hoy, la prensa francesa es un tesoro pa’ los que aman el café de veras y sigue siendo la elegida por quienes quieren disfrutar de un buen café sin mucha complicación.

× ¡Quee más, pues!