Metodo
AeroPress
Cantidad
1 persona
Molienda
Media a fina
Tiempo
2 y 3 minutos
Preparación
Calentá el agua:
Necesitás el agua entre 80°C y 92°C. Si no tenés cómo medirla, dejá hervir el agua y esperá un minutico antes de usarla.
Prepará el AeroPress:
Poné el filtro de papel en la tapa y enjuagalo con agua caliente pa’ quitar el sabor a papel y precalentar el AeroPress. Eso sí, botalé el agüita después.
Añadí el café:
Usá unos 15 a 20 gramos de café, dependiendo de cómo te guste de fuerte. Esto es como unas 2 o 3 cucharadas.
Verté el agua:
Agregá el agua caliente sobre el café hasta que el AeroPress esté lleno. Remové un poco el café con una cuchara para que se mezcle bien.
Esperá y prensá:
Poné la tapa y dejá que el café se infusione por unos 2 minutos. Después, tomá el AeroPress, ponelo sobre tu taza y presioná pa’ abajo suavecito pero con firmeza, hasta que todo el líquido haya pasado.
Y listo, mijo, ya tenés un café de campeonato preparado en el AeroPress. Este método es una maravilla porque te da un café suave, limpio y lleno de sabor, perfecto para empezar el día con toda o para esa pausa en la tarde.
Historia
magínate pues, estábamos en los tiempos de principios de los 2000, cuando Alan Adler, ese man que ya tenía canas en la cabeza, estaba como loco buscando cómo prepararse un tinto que no fuera tan ácido ni tan amargo como esos que ya vendían en las cafeterías. Él era un man que inventaba cosas, como juguetitos voladores, y un día, entre vuelo y vuelo de sus frisbees, se le iluminó el bombillo.
Se puso a experimentar en su cocina, probando mil y un formas de hacer café. Hasta que un buen día, ¡pum! Se inventó un aparatico que es una mezcla de una prensa francesa con un filtro de papel, al que le llamó AeroPress. Y no es que yo sea chismoso, pero cuenta la leyenda que Alan le metió tanta berraquera al asunto que logró que ese aparatico hiciera el café más suavecito y delicioso en menos de un minuto.
El man se puso a vender su invento y la gente se volvió loca, todo el mundo quería probar ese café que salía con menos amargura y más sabor a café de verdad. Y así, como quien no quiere la cosa, la AeroPress se volvió famosa en todo el mundo, y ahora hasta competencias hay para ver quién hace el tinto más sabroso con ese juguetico.
Entonces ahí tienes, esa es la historia de la Aero